Crecí en una familia rodeada de mujeres y maternidades solitarias. Crecí mirando la ausencia de paternidad.
Los hombres eran menos que las mujeres, pero ellos decidían e invocaban la fuerza ciega. A mis 12 años, comencé a reconocer mi diversidad. A los 18 viví el primer duelo: mi primo José se suicidó. Entre mis familiares comentaban que Joseito era homosexual y por eso decidió quitarse la vida. La violencia correctiva y la violencia binaria muchas veces no permiten que lo diverso habite el mundo. En 2013 mi madre murió y esto marcó una separación con mi familia. Me fui lejos de ese hogar que fue a la vez refugio y campo de concentración. En 2022 comencé a revisitar el archivo familiar, entendí que no estaba en él.






Dead Family es una investigación que mira el archivo familiar como un documento histórico binario que protege narrativas heteronormativas impuestas por estructuras patriarcales. Estas imposiciones suponen un orden sexista que separa lo masculino de lo femenino y margina identidades que están fuera de este mecanismo político-biológico. Las identidades diversas no tienen visibilidad en la acción del “retrato familiar”.






Dead family es un trabajo que interviene el archivo familiar. Es una intervención fotográfica, pero también política. Es un proyecto naturalmente colectivo que necesita de la voz y la mirada de nuestra comunidad.
Este carácter colaborativo permite que cada persona pueda intervenir sus propios archivos a partir de la premisa ¿Cómo sería una memoria visual más diversa para el futuro?






Crecí en una familia rodeada de mujeres y maternidades solitarias. Crecí mirando la ausencia de paternidad.
Los hombres eran menos que las mujeres, pero ellos decidían e invocaban la fuerza ciega. A mis 12 años, comencé a reconocer mi diversidad. A los 18 viví el primer duelo: mi primo José se suicidó. Entre mis familiares comentaban que Joseito era homosexual y por eso decidió quitarse la vida. La violencia correctiva y la violencia binaria muchas veces no permiten que lo diverso habite el mundo. En 2013 mi madre murió y esto marcó una separación con mi familia. Me fui lejos de ese hogar que fue a la vez refugio y campo de concentración. En 2022 comencé a revisitar el archivo familiar, entendí que no estaba en él.






Dead Family es una investigación que mira el archivo familiar como un documento histórico binario que protege narrativas heteronormativas impuestas por estructuras patriarcales. Estas imposiciones suponen un orden sexista que separa lo masculino de lo femenino y margina identidades que están fuera de este mecanismo político-biológico. Las identidades diversas no tienen visibilidad en la acción del “retrato familiar”.






Dead family es un trabajo que interviene el archivo familiar. Es una intervención fotográfica, pero también política. Es un proyecto naturalmente colectivo que necesita de la voz y la mirada de nuestra comunidad.
Este carácter colaborativo permite que cada persona pueda intervenir sus propios archivos a partir de la premisa ¿Cómo sería una memoria visual más diversa para el futuro?





